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Y d’esta manera fou anomenant mólts caballers del un y lo altre escuadró qu’ell imaginaba; y á tots los doná sas armas, colors, empresas y motius de improvís, arrebatat de sa loca imaginació; y sense parar prosseguí dihent:—Aqueix escuadró de aqui davant lo forman gent de diversas nacións: aquí están los que béuen las ayguas dolças del famós Xanto, los Montuosos que trapitjan los Massílichs camps, los que garbellan lo finíssim y menut ort de la Arabia felís, los que gosan de las famósas y frescas riberas del clar Termodont, los que sangran per moltas y diversas vías al dorat Pactól, los Númidas dubtósos en las sevas promesas, los Persas en archs y fletxas famósos, los Partos, los Médos que peléan fugint, los Arabes de mudables casas, los Citas tan cruels com blanchs, los Etíopes ab los llavis foradats, y altra s infinitas nacións, cuals rostros conéch y veig, encara que nom recordo dels noms. En aqueix altre escuadró venen los que béuhen las corrents cristyallinas del olivòs Bétis, los que limpian y puléixen los seus rostros ab lo licor del sempre rich y dorat Tajo, los que gosan de las profitosas aiguas del diví Genil, los que trapitjan los tartesíns camps de pasturas abundants, los que se alégran en los elísseos camps de Jeréz, los Manxégos richs y coronats de róssas espigas, los que van vestits de ferro, relíquias antiguas de la sanch goda, los que’n Pissuerga es banyan, famós per la mansuetut de la seva corrent, los que pasturan sos bestiars en las estensas devesas del tortuós Guadiana, celebrat per son amagat curs, los que tremolan ab lo fret del silvós Pirinéu, y ab los blanchs borrellóns de neu del alt Apení: finalment tots cuants la Europa en sí conté y enclóu.
[Y desta manera fué nombrando muchos caballeros del uno y del otro escuadron que él se imaginaba, y á todos les dió sus armas, colores, empresas y motes de improviso, llevado de la imaginacion de su nunca vista locura; y sin parar prosiguió diciendo: A este escuadron frontero forman y hacen gentes de diversas naciones: aquí están los que beben las dulces aguas del Xanto, los Montuosos que pisan los Masílicos campos, los que criban el finísimo y menudo oro en la felice Arabia, los que gozan la famosas y frescas riberas del claro Termodonte, los que sangran per muchas y diversas vías al dorado Pactolo, los Numidas dudosos en sus promesas, los Persas en arcos y flechas famosos, los Partos, los Medos que pelean huyendo, los Arabes de mudables casas, los Citas tan crueles como blancos, los Etíopes de horadados labios, y otras infinitas naciones cuyos rostros conozco y veo, aunque de los nombres no me acuerdo. En estotro escuadron vienen los que beben las corrientes cristalinas del olivífero Bétis, los que tersan y pulan sus rostros con el licor del siempre rico y dorado Tajo, los que gozan de las provechosas aguas del divino Genil, los que pisan los tartésios campos de pastos abundantes, los que se alegran en los elíseos jerezanos prados, los Manchegos ricos y coronados de rubias espigas, los de hierro vestidos, reliquias antiguas de la sangre goda, los que en Pisuerga se bañan, famoso por la mansedumbre de su corriente, los que su ganado apacentan en las estendidas dehesas del toruoso Guadiana, celebrado per su escondido curso, los que tiemblan con el frio del silvoso Pirinéo, y con los blancos copos del levantado Apenino: finalemente cuanto toda la Europa en sí contiene y encierra.]